La moda siempre está cambiando, las tendencias varían cada pocos meses para ofrecer siempre algo nuevo, diferente, para evitar que el aburrimiento se apodere del estilo de las mujeres y los hombres en su armario. Hay prendas cuya historia es realmente increíble, como los sombreros o los vaqueros, pero hay una que especialmente ha sido testigo de los principales hitos del ser humano en todos estos siglos: la camisa blanca. En todas sus variedades, desde las más ampulosas a las más sencillas, las camisas blancas son el básico por excelencia en cualquier armario, ya sea masculino o femenino.
El hecho de que los primeros tejidos tuvieran que ver con la lana y el algodón, y que al producirlos el color blanco fuera el predominante y el más natural, provocó que estas camisas se volvieran automáticamente todo un hito y fuera concebidas como la mejor forma de ir elegante a cualquier evento, incluso ya en tiempos medievales. Hoy por hoy, la camisa blanca sigue siendo infalible casi para cualquier ocasión, ya sea debajo de un espectacular traje de chaqueta o simplemente sobre unos vaqueros, en un estilo más informal. Y es que hay pocas prendas que combinen con todo, pero la camisa blanca es una de ellas.
Fácil de combinar: una de sus mejores virtudes
Y esa es precisamente una de sus grandes virtudes, el simple hecho de combinar casi con cualquier otra prenda, con cualquier color, con cualquier estilo. Hay camisas blancas más elegantes y otras más de diario o de andar por casa, pero siempre dotarán de un estilo especial a quien las lleva. Son un básico tan necesario que no hay armario en el que no se guarden al menos un par de ellas, para cualquier tipo de ocasión, por lo socorridas que son. Sirven para ir elegante a eventos importantes pero también para salir un fin de semana, o trabajar de diario, de cara al público por ejemplo.
Combina con cualquier color y es muy socorrida cuando queremos llevar un look determinado, atrevido pero si dejar a un lado la elegancia. La combinación con cualquier pantalón o falda permite que sea también una opción perfecta para aquellas ocasiones en las que no sabemos si debemos ir muy arreglados o solo un poco. La camisa blanca nunca destaca, pero está ahí para proponer una base elegante para el resto del conjunto y destacar precisamente todo lo demás, nuestra chaqueta, nuestras joyas, etc…
Una gran opción para un look de trabajo
Ha sido y seguirá siendo siempre una opción muy buena para acudir a nuestro puesto de trabajo, sea cual sea el empleo que tengamos. Desde profesores que acuden con camisa todos los días hasta aquellos que trabajan en la hostelería y que normalmente ya deben llevar esa camisa blanca debajo de la chaqueta o el delantal de la propia empresa, como una parte del uniforme. En bancos, en galerías, en tiendas especializadas, en platós de televisión… Las camisas blancas son un seguro para cualquier tipo de trabajador, porque dan buena presencia.
Gracias a la versatilidad que da en nuestro look, la camisa blanca siempre ha sido un básico para cualquier puesto de trabajo. Y es que en muchos casos debemos estar frente al público y dar una imagen correcta, algo que se consigue de una forma tan sencilla como llevando esa camisa con un buen pantalón. Además, las corbatas siempre le sientan de maravilla, y es la mejor base para los trajes de chaqueta, pero sin embargo, también podemos salir directamente del trabajo con ese look y acudir a cualquier evento informal, dejando la corbata y la chaqueta en el coche y luciendo la camisa.
Posibilidad de usar para un look de día informal
Y es que no solo de trabajo vive el hombre, y aunque en muchas ocasiones se relacione el uso de camisas con algún evento importante, porque en la mayoría de casos los hombres sobre todo se la ponen en este tipo de acontecimientos, también pueden ser una buena opción para cualquier día normal, para un look informal para después del trabajo o una salida a tomar una copa. El único problema que tiene esta camisa es que parece atraer las manchas, y en lo blanco todo se nota mucho más, así que debemos tener mucho cuidado con lo que comemos y bebemos con ella.
Aun así, la camisa es maravillosa para cualquier ambiente, para cualquier momento, porque dependiendo incluso de su estilo puede dar una imagen más elegante o más informal. Es por eso que muchos poseen varias camisas blancas, algunas más arregladas que otras, para escoger en cada momento la prenda más adecuada. Y como se adapta a cualquier ambiente, podemos utilizarla en esos días de diario que no sabemos ni siquiera dónde vamos a acabar. La camisa blanca será siempre un acierto seguro.
Una gran aliada para utilizar en un look de fiesta
Sea cual sea el plan de fiesta que tengamos, la camisa blanca será nuestra mejor aliada, puesto que como ya hemos visto, se adaptará a cualquier lugar al que vayamos. Nuestro estilo con ella puede ser más elegante, llevando chaqueta o americana e incluso corbata, pero también puede ser más informal, con camisas blancas totalmente lisas, de corte moderno, y que podamos incluso desabrocharnos o remangarnos llegado el momento, lo que nos dará un look mucho menos formal que tal vez venga mejor en algunas ocasiones.
Hay muchos días en los que salir de fiesta se convierte en una auténtica locura porque sabes donde empiezas, pero no donde vas a acabar. Por suerte, gracias a estas camisas, todo será mucho más fácil si las elegimos como look para salir por ahí. Ya no tendremos que preocuparnos por no ir lo suficientemente elegantes a cualquier sitio donde necesites de una buena imagen para que te dejen pasar. Y además, la camisa también funciona en locales más informales, donde todo es mucho menos elegante, pero no destacarás con ella por encima de los demás.