La prensa y los medios de comunicación tienen un poder incuestionable hoy en día en nuestra sociedad. Estamos viviendo una era de cambio, es cierto, pero son todavía muchos los que quedan enganchados a las noticias en la televisión, en Internet, en los periódicos o en la radio, todos ellos medios controlados por grandes empresas y conglomerados de negocios que piensan primero en sus beneficios, y luego en ofrecer noticias reales o veraces. El periodismo no pasa p or su mejor momento, desde luego, y la convulsa situación social que se vive en todo el mundo, con los extremos cada vez más sobresalientes, ha provocado que la prensa se encuentre en un importante punto de inflexión. ¿Se debe apostar más que nunca por la claridad, la objetividad y la realidad de las noticias? ¿Se debe buscar el beneplácito de los lectores, que son al final los que mandan en este negocio, y sacar noticias que estén en consonancia con su pensamiento, aunque no sean tan importantes o estén algo manipuladas?
Esta disyuntiva no es nueva, ni mucho menos, porque al fin y al cabo la prensa siempre ha estado en medio de esa misma tensión, la de contar lo que ocurre con veracidad o hacerlo de forma que atraiga muchos más lectores, que son los que pagan por esa información, o los que interesan a los anunciantes. Con todos los cambios que se han dado en los últimos tiempos, el papel del periodismo como contador de historias, como punto de encuentro para aquellos que quieren mostrar la realidad del mundo, se ha puesto en entredicho por los continuos escándalos de manipulación y de mentiras que se han ido destapando en los últimos tiempos. La prensa escrita está sufriendo especialmente durante esta época, enfrentándose a Internet y a los nuevos medios, que casi parecen haberla sentenciado de muerte. ¿Sigue teniendo futuro el periódico físico?
La prensa escrita a lo largo de la historia
Para entender mejor esta situación debemos ponernos en contexto y entender, aunque sea de manera breve, cómo ha evolucionado la prensa en estos últimos siglos. Podríamos afirmar que la prensa escrita es la primera forma de periodismo entendida como tal, y surge a finales del siglo XV, con el impulso de la invención de la imprenta por parte de Gutemberg. Pronto se expanden las producciones de hojas y cuartetas con noticias, que ya por entonces eran bastante polémicas y estaban sesgadas, a favor de la persona que las mandaba imprimir y que ponía el dinero para las copias. Una situación que se ha ido repitiendo siglo tras siglo, porque al fin y al cabo, la persona que posee el medio de comunicación es la que decide lo que se publica y cómo se publica, teniendo una influencia máxima en la opinión pública, hasta considerarse a la prensa como el cuarto poder.
La llegada de Internet
Los medios de comunicación solían estar en manos de unos pocos hombres de negocio, o de grandes conglomerados que pertenecían a bancos, entidades comerciales e incluso partidos políticos, a través de participaciones en acciones. El oligopolio de la prensa llegó a su fin, o eso parecía, con la expansión de Internet a finales del siglo XX. La llegada de esta nueva red permitía a los usuarios acceder directamente a la información, y dio pie a la creación e numerosos medios independientes, e incluso individuales, en los que se buscaba romper con esta línea editorial de los grandes mass media, ofreciendo alternativas al discurso oficial. Los periódicos tuvieron que adaptarse también a la nueva situación y crearon sus versiones digitales, que poco a poco han ido comiendo el terreno a las versiones físicas, hasta dejar los diarios como algo casi obsoleto.
Prensa escrita vs prensa digital
La prensa escrita ha dominado durante un siglo la información, compartiendo ese honor con la radio y la televisión en las últimas décadas del siglo XX. Leer el periódico matutino mientras desayunábamos en casa o en el bar del barrio era como un ritual para empezar el día. Las cabeceras más importantes vendían millones de ejemplares cada mañana, y en algunos países se puso de moda también una edición vespertina, para actualizar la información. Ya se habían dado cuenta de uno de los fallos de este medio: no había posibilidad de inmediatez. Eso era precisamente lo que ofrecía Internet, estar al tanto de las noticias en cualquier momento, y no tener que esperar al día siguiente para encontrarla en la primera página. La prensa digital trabaja durante todo el día para actualizar las páginas web de los diarios o medios alternativos, donde podemos encontrar información detallada a cualquier hora del día.
La suscripción y otros modelos de negocio
El cambio de paradigma se ha llevado a cabo con una velocidad pasmosa, y en apenas una década el diario físico ha dejado de ser la primera fuente de información para que la gente pase a informarse a través de Internet. La televisión también sigue siendo un medio muy seguido, pero las nuevas generaciones apuestan decididamente por la red de redes para pasar no solo su tiempo de ocio, sino también para informarse. Esto ha obligado a los grandes medios a buscar soluciones más allá de tener una versión digital. Por ejemplo, muchos diarios ofrecen una suscripción a un precio muy económico para aquellos que siguen fieles al papel. Existen también suscripciones combinadas a los diarios físicos y a la web, con artículos de pago que solo se pueden leer si estamos suscritos. Los medios necesitan ganar dinero y aunque tarde, han entendido que Internet es ahora el nicho de mercado más importante.
¿Hay futuro en la prensa escrita?
La prensa escrita tal y como la entendíamos ya no existe. Los últimos cambios han forzado a los medios a buscar nuevas alternativas de ingresos y negocio, y está claro que los periódicos ya han dejado de ser rentables, al menos tanto como lo eran antes. La información ahora se mueve por Internet y es aquí donde se desarrolla la batalla. Eso no significa que los medios vayan a dejar de publicar en papel físico, porque es algo ya casi de tradición. El futuro de la prensa escrita está en centrarse en la opinión, más que en la noticia, y ofrecer un producto de calidad para los que estén dispuestos a seguir pagando por recibir su periódico todos los días. ¿Terminará por desaparecer la prensa escrita? Nosotros no lo tenemos tan claro, pero es imposible saber cómo van a cambiar las cosas en un momento tan convulso como este.