Las grandes empresas de la industria porno

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Según los últimos datos, la industria del porno mueve más de 40.000 millones de dólares al año. Una cantidad que es superior al PIB de muchos países del mundo, y que se queda corta si la comparamos con todo lo que genera el sexo en general, incluyendo prostitución, films eróticos… El porno vende, también hoy, en una era donde parece que todo se puede encontrar gratis en Internet. Y es así, incluso en el cine para adultos, pero de alguna manera la industria ha logrado no solo sobrevivir sino reinventarse. A través de nuevas fórmulas, de suscripciones, de un cambio tan radical de concepto que antes se rodaban películas y ahora se ruedan escenas. Antes triunfabas por cuanta gente alquilaba tu último filme, y ahora las productoras están atentas a los seguidores que tienes en tus redes sociales. Todo ello para conseguir que el mercado siga creciendo, algo que parecía impensable pero que ocurre año tras año, sin descanso.

Como toda industria, en el porno también hay empresas gigantescas y otras más modestas. Desde esa pequeña productora que graba vídeos en Buenos Aires hasta Brazzers, que factura cientos de millones de dólares al año y cuenta con las mejores estrellas. Desde el iluminador principiante que se inicia en rodajes en Europa hasta la estrella que lleva ya más de veinte años ante la cámara. Todos ellos hacen que esta rueda de dinero siga girando, para el gusto de los consumidores. Y estos cada vez son más, porque los jóvenes siguen teniendo interés en el porno, y obviamente, los adultos no lo pierden. Las nuevas tecnologías han expandido las posibilidades de la industria para llegar a un público masivo, de una manera discreta y nada intrusiva. Por eso hoy en día se consume más porno que nunca, en paralelo al resto de opciones de ocio y entretenimiento. Un mercado como este necesita de sus grandes tótems, empresas que, por su capacidad o facturación, han logrado crear auténticos imperios basados en el porno. Algunas muy conocidas a nivel popular. Otras, con nombres que probablemente no habrás leído en tu vida, aunque hayas visitado sus páginas un millón de veces. Estas son las principales empresas dentro de la industria del cine para adulto.

Techpump

Hace casi quince años surgió una pequeña empresa tecnológica en Asturias, fundada por unos jóvenes informáticos con ganas de comerse el mundo. Se llamaba Techpump y su primer gran proyecto fue… una web porno. Los chicos entendieron que la puerta de entrada al mundo de Internet debía ser el sexo, y no se equivocaron. Crearon Cumloader, una de las principales productoras españolas de contenido pornográfico, y aprovecharon el tirón para unirse en otras joint-ventures internacionales. Ahora, con la productora cerrada, Techpump sigue creando webs y dominios que generan mucho dinero, más allá del porno. Reconocen que al principio no les querían incluir en las empresas del parque tecnológico de Gijón, su ciudad. Tampoco lo necesitaron para convertirse en una de las empresas más importantes de la industria porno europea.

Mindgeek

Hablar de Mindgeek es hacerlo seguramente del Google del porno. No como buscador, sino más bien como conglomerado de diferentes empresas que lo dominan prácticamente todo en la industria. El germen de la empresa está en Montreal, en dos pequeñas compañías informáticas que se dedicaron a fundar sitios web de todas las temáticas, incluyendo el porno. En 2010, el empresario Fabian Thylmann compró esas dos empresas y las sumó a su conglomerado, colocándole el nombre de Manwin. Ya en aquellos tiempos, aquel grupo de empresas destacaba por contar con algunos de los sitios más visitados del porno en Internet. De hecho, Manwin se convirtió en MindGeek poco después y siguió con su expansión.

Para que el lector se haga una idea, Mindgeek es la propietaria de sitios como Pornhub o RedTube, que están incluidos entre los 30 más visitados de toda la red. También cuenta en su catálogo con productoras muy populares como Vixen o incluso Brazzers, una de las más potentes de la industria. Gracias a esta combinación, Mindgeek puede controlar el tipo de vídeos que se suben a las plataformas porno más populares, para instigar a la compra de suscripciones en sus propios sitios de pago. Este método  les ha valido fuertes críticas de la industria, ya que su papel parece prácticamente monopólico. Sin embargo, desde la empresa arguyen que están en un mercado totalmente libre, y que hoy por hoy hay más porno al alcance de cualquier que nunca.

Bangbros

Un par de hermanos que buscan ganar dinero rápido y fácil. Y si puede ser disfrutando de un poco de sexo, mejor que mejor. Con esta premisa nace Bangbros, hace casi veinte años, en el estado de Florida, en Estados Unidos. Una web que tuvo un crecimiento enorme en los últimos años de la década de los 2000, consiguiendo posicionarse como una de las web porno más importantes. La empresa cuenta con casi una veintena de sitios activos, cada uno de ellos con una temática diferente. Los vídeos suelen ser de temática gonzo, es decir, cámara en mano, sin pensar demasiado en los planos o la calidad. Bangbros ha contado con estrellas exclusivas como Alexis Texas, Jayden James, Sasha Grey o Amarna Miller, y sigue siendo toda una referencia en el mundo del porno.

Playboy y Penthouse

No podemos dejar atrás a dos de las grandes empresas eróticas del siglo XX, que están intentando sobrevivir en la selva de esta nueva realidad del porno. Playboy fue la primera revista masculina popular en todo el mundo, gracias a sus artículos y reportajes, y sobre todo, a sus chicas de portada. Hugh Hefner fue un auténtico visionario que levantó un verdadero imperio de la nada. Actualmente, Playboy cuenta con ediciones en más de una docena de países, así como un canal propio de televisión y una web con contenido exclusivo. Si bien no son los mejores tiempos para la empresa del conejito, todavía tienen mucho que decir en un mercado como este.

Y justo después del éxito arrollador de Playboy apareció Penthouse, su gran rival. Aún más explícita, aun más caliente, esta nueva publicación también siguió los pasos de la de Hefner a la hora de crear un gran emporio basado en lo erótico y lo sexual. Sin llegar a las cotas de popularidad de la otra gran empresa, Penthouse consiguió una gran cuota de mercado y no tuvo tantos remilgos en apostar directamente por el porno ya en los años 80. Por eso hoy en día sigue con la producción de películas, a la vez que su revista ha sido una de las canteras más importantes de pornstars de los Estados Unidos. Pocas grandes estrellas del cine porno han llegado a la cumbre sin haber pasado antes por la portada de Penthouse, y con eso ya lo decimos todo. Una publicación que, pese a los cambios en la industria, se mantiene como referencia para los que siguen buscando un poco de clase en este mundo erótico.