La evolución de la industria de Argentina en la última década se ha manifestado en diversos ámbitos. Por una parte, han crecido los sectores relacionados a la producción de bienes que ha disminuido su competitividad debido a los controles cambiarios. Y por otro sector, los bienes como los minerales, el cemento, el vidrio, y en su mayoría elementos utilizados en la construcción han mostrado un alza en sus indicadores.
Esta evolución desproporcionada es el producto de la principal problemática del sector industrial de Argentina; los obstáculos que se implementan son con fines de ahorrar divisas para ser distribuidas a sectores que no dependen de la importación de materia prima. El resultado de la actividad económica está relacionada al sistema cambiario que impera en el país del cono sur.
Para suprimir esta situación, se revertirá el atraso cambiario que afecta negativamente a los sectores que dependen de las divisas para generar actividad económica. Las evaluaciones que ha vivido Argentina afectan directamente a la gestión del mercado. Esta competitividad en relación con el mercado internacional se considera “devaluación fiscal”.
Perspectiva para los próximos años
Para que el sector pueda recuperar su dinámica y el flujo de ganancias, es necesaria una modificación en los procesos de importación de materia prima utilizada para producir. Cuando exista un cambio profundo en los procesos fundamentales para realizar la producción industrial, la industria comenzará a generar divisas que le permitan sustentarse. Por ello es necesario que se recuperen los sectores industriales disminuyendo las devaluaciones.
Lo cierto es que el nuevo gobierno con tendencia a medidas económicas liberales puede generar un nuevo clima en la nación Argentina. La presidencia del MERCOSUR le permite al país tener un crecimiento exponencial durante la próxima década.